Autor:
Philip K. Dick
Título
original: Ubik
Editorial:
Minotauro, 2011
Encuadernación:
Rústica
ISBN: 9788445078303
Páginas:
224
Ciencia-ficción
pura, como no podía ser de otro modo, de la mano de uno de los más grandes del
género: Philip K. Dick.
Escrita
a finales de los 70, creo que es una de las novelas más extrañas que he leído,
lo hice hace ya varios años en un club de lectura donde participaba y la verdad
es que guardo muy buen recuerdo, sobretodo de los comentarios, que dieron para
muchísimo… y es que cada uno lo interpretaba completamente diferente de los
demás, dio para debates chulísimos y para muchas risas.
Desde
ya, os animo a leerlo.
¿Qué
es Ubik?
La
historia comienza con un arruinado Joe Chip, cuya mujer se mantiene en estado
de semivida, que debe viajar a la Luna con su jefe, Rucinter, y un grupo de
antipsíquicos para intentar solucionar unos problemas de la empresa debido a
telépatas infiltrados.
Caen
en una trampa y Rucinter muere… sin embargo, cuando vuelven a la Tierra, no hacen
más que recibir desconcertantes mensajes del fiambre en los sitios más
insospechados, por lo que Chip no hace más que preguntarse a qué puede ser
debido e incluso si su jefe realmente sigue vivo… hasta que sus compañeros
empiezan a morir y la única solución parece ser el Ubik.
¿Pero
qué es? ¿Quizá el uso de Ubik puede hacer que crucemos a una realidad paralela?
¿Podemos seguir existiendo después de muertos en la semivida? ¿Cómo podemos
usarlo?
Os
prometo que es tan extrañísimo como suena. Y es que a lo largo de toda la
lectura nos vamos planteando esas preguntas (y otras tantas), incluso en el
propio libro nos preguntan en varias ocasiones qué es Ubik exactamente, aún
leyendo diferentes anuncios del producto.
La
novela trata temas como la vida después de la muerte y los universos dentro de
otros, de comprar una especie de reencarnación en un frasco (o no), de la
salvación tras la defunción, el riesgo de volver a morir de nuevo.
Aseguro
que es una lectura tan paranoica como divertida y de verdad aconsejo leerla en
grupo, porque las conclusiones son geniales. Es una lectura desconcertante,
llena de submundos y giros inesperados que dejan al lector en shock, tan
extraña como adictiva, donde el autor juega con nosotros como quiere, pues
cuando crees que estás atando cabos, hasta luego Mari Carmen. Y otra vez vuelta
a empezar.
Desde
luego, nos encontramos ante un brutal derroche de ingenio, que nos deja una
obra maestra de la ciencia-ficción.
Me
lo pasé pipa con él.