En abril, libros mil!!!

Chaaaaaaaaaaaaan!!!!
Iniciativa de mano de Carmen (Carmen y amig@s)!

Como siempre anda maquinando cositas para hacer en el grupo de Facebook, pues aquí otra más, esta vez para celebrar el Día del Libro  =)

                           

Debíamos elegir un libro sobre libros o librerías (aisss... qué temazo ¿verdad?) y añadir frases a destacar.
Podéis pasar por el blog de Carmen el día 23 para ver las elecciones del resto de participantes: BLOG!

Bueno, yo he elegido una de las primeras novelas que reseñé en el blog, allá por el 2010, que también es una de mis favoritas en general, de las que más he recomendado y regalado además. El cuento número trece, de Diane Setterfield.

---> RESEEEEEÑA <---

Es un libro que me encanta. Recuerdo que en su día lo disfruté un montón, me metí de lleno en la historia. Me encandiló por cómo está escrito y porque me pierden los libros con varias historias entrelazadas y la ambientación tratada por la autora.
En esta ocasión, una de las historias la trae una de las protagonistas: un último cuento, el número trece, cuya creadora es una escritora veterana.
Es una novela que homenajea a los clásicos ingleses del s. XIX, con muchos tintes de novela gótica... cómo no iba a gustarme.

"Nos costumbramos tanto a nuestros propios horrores que olvidamos el efecto que pueden tener en otras personas"

"El silencio no es el entorno natural para las historias. Las historias necesitan palabras. Sin ellas palidecen, enferman y mueren. Y luego te persiguen"

"No hay una vieja casa que no tenga sus historias, no existe una vieja casa que no tenga sus fantasmas"

"Un nacimiento no es, en realidad, una introducción. Nuestra vida, cuando empieza, no es realmente nuestra, sino la continuación de la historia de otro"

"Estar viva no es lo mismo que vivir"

"La librería era mi vida"

"Todos tenemos nuestras aflicciones, y si bien el perfil, el peso y el tamaño del dolor son diferentes para cada persona, el color del dolor es el mismo para todos"

"Mi padre nunca me puso un libro en las manos, pero tampoco me prohibió ninguno"