Título: La
novia gitana
Autor: Carmen
Mola
Editorial:
Alfaguara, 2018
Encuadernación:
Rústica
ISBN:
9788420433189
Páginas: 408
Tenía muchísimas ganas de ponerme con esta trilogía y ¡no podría haber tenido mejor comienzo!
Empezamos con el asesinato de una chica gitana tras su despedida de soltera, un crimen cometido de manera bastante escabrosa y siguiendo un extraño ritual. La historia es que la hermana de esta chica fue asesinada exactamente de la misma forma siete años atrás... y su asesino se encuentra en prisión desde entonces. O quizá no.
De ahí, se nos presenta a la inspectora Elena Blanco, que lleva la Brigada de Análisis de Casos, un departamento de policía especializado en resolver casos más complicados. Y es que se nos presenta uno con bastante chicha, al que además se acaba de unir un policía más joven y con otro tipo de experiencia.
Damos paso
entonces a una historia absolutamente frenética, con capítulos cortos que por
supuesto acaban dejándonos siempre con la miel en los labios.
Me lo he pasado como una enana leyéndolo, es súper entretenido y realmente ágil; los personajes de la brigada, además de los secundarios que se pasean por la obra, me han gustado mucho: cada uno de su padre y de su madre, pero todos ellos encajan a la perfección y con puntos bastante interesantes.
La verdad es que siempre soy bastante reticente a la hora de leer libros que resultan ser un boom mediático, por las razones que sean, y este, entre unas cosas y otras tenía papeletas para que: o bien me molase mucho, o fuera un chasco tremendo. Me ha encantado que haya sudo lo primero, hacía muchísimo tiempo que un libro no me enganchaba así. Tuve que obligarme a parar porque eran las cuatro de la mañana y al día siguiente trabajaba. Y creedme que paré a regañadientes.
La historia está muy bien llevada, no me ha parecido tan gore como he leído en muchas reseñas y sí es cierto que tiene algún momento más peliculero (hola, Zárate), pero el caso es que le viene bien y no se le puede rechistar. Me gusta también que no sean personajes modélicos, que cada uno tenga sus taras personales, e incluso que la inspectora protagonista me parezca una gilipollas… Y ESE FINAL.
Me encanta dar con un thriller que me de estas sensaciones y estos ratitos de ansia viva por devorar páginas.
Literalmente,
me lo he bebido.
Tengo pendiente este libro en la estantería desde hace... Mejor ni lo digo. Creo que de este verano no va a pasar. Seguro que va a ser lectura playera. Espero no engancharme tanto que me achicharre...
ResponderEliminarBesotes!!!