Autor:
Junji Ito
Título
original: Ito Junjikessaku-shu
Editorial:
ECC, 2016
Encuadernación:
Tapa blanda
ISBN 3: 9788416901104
ISBN 4: 9788416901661
ISBN 5: 9788416945177
ISBN 6: 9788416945610
Páginas:
160/144
Como
ya he comentado en otras ocasiones, JunjiIto es uno de mis autores de manga
favoritos, de los que nos dejan historias malrolleras con imágenes de lo más
grotesco.
En
esta ocasión, vamos con los tomos del tres al seis de la serie… la verdad es
que no sé cuántos serán al final, ya que están editando un montonazo de ellos
-y yo tan feliz-, pero he decidido ponerlos de cuatro en cuatro porque son
bastantes y la serie sigue abierta.
Tenemos
de nuevo historietas de lo más variado, siempre con el terror de fondo. Y por
encima. Y por todas partes.
La
temática de los suicidios se repite de nuevo, aunque con otro tratamiento
distinto, ya que el demonio entra en acción; también vuelve la venganza, en el
más amplio sentido de la palabra, pero por supuesto, por amor; incluso abarca
una historia con fuegos fatuos bastante interesante.
Hay
cabida para momentos lovecraftianos, que debo decir que me han gustado mucho,
con centenares de bebés desaparecidos y una sirena misteriosa que suena en una
torre del pueblo.
Destaco
por encima de todas “La melena larga del ático”, con escenas buenísimas y un
par de imágenes que me dejaron con la boca
abierta.
“La
abusona” también me gustó mucho, sobretodo por lo sumamente retorcida que me
pareció en general, con ese final shock, muy de película de terror americana
rebuscadísima.
Del
tomo cuatro, sin embargo, me han gustado en general pero me han parecido mucho
más fantasiosos y -como decía ahora- súper rebuscados… aunque igualmente sigo opinando que el dibujo
del autor es una genialidad, quizá son los que menos me han llegado de los que
llevo leídos de momento.
Con
el tomo cinco ya remonta de nuevo y vuelve al terror puro, dejándonos cuatro
historias realmente interesantes: Caídas, Habitación compartida, El ryokan,
Moho.
En
estos nos deja escenas e ilustraciones muy Ito, especialmente en los dos
últimos, siendo Moho especialmente desagradable, como su propio nombre indica,
pero muy bien ambientado.
Y
en cuanto al tomo seis, también nos deja cuatro historias de lo más variopinto…
pero bastante flojas en general. Sí son curiosas y con puntos majos, pero lo
dicho; me quedo con la cuarta, aunque me partí de risa con ella y no acojona lo
que debe o creo que intentaba, al menos en mi caso.
Si
bien lo suyo es leerlos por orden, la verdad es que al ser relatos sueltos
podemos leerlos como queramos o más nos llamen. Me gusta mucho que se hayan
animado a editar tantas cosas de este hombre porque nos encontramos con
historias de lo más interesante entre sus obras.