Título: El
experimento
Autor: Sebastian
Fitzek
Título
original: Der seelenbrecher
Editorial:
Booket, 2012
Encuadernación:
Tapa blanda
ISBN:
9788408003496
Páginas: 304
Tenía muchas ganas de estrenarme con el autor, así que aproveché este verano, que un thrillercito siempre parece que entra mejor en esta época. En realidad entra bien en cualquiera, pero me entendéis.
Empezamos con un profesor de universidad explicándoles a los alumnos reunidos en qué consta el experimento, básicamente no les da apenas información, más allá de lo que van a cobrar después de leer el documento que tienen delante… y que deben leerlo del tirón sin abandonar ni descansar. Se quedan dos chavales y comienza todo.
Es una
novela que nos cuenta determinados hechos en distintos hilos temporales; en
uno, conocemos a un peligroso asesino en serie, con la particularidad de que no
daña físicamente a sus víctimas, no hay sangre, no hay agresión, pero sin
embargo el resultado en todas es el mismo: la elegida queda como un vegetal y
muere a los pocos días.
En un
segundo hilo, tenemos ese aula con los estudiantes y su profesor, diálogos
varios sobre qué piensan ellos mientras el otro no les da apenas respuestas.
En un tercer hilo nos vamos a la chicha, en pleno manicomio y con un personaje principal que lleva la trama.
Como buena amante del género de terror, un manicomio siempre viene bien, aunque en este caso la acción no se presta exactamente por parte de los pacientes, si no que lo tenemos más como escenario.
El libro
engancha un montón, me gustan mucho las historias contadas por varias voces o que
van cabalgando entre diferentes momentos en el tiempo, sean distintas épocas o
sean todas ellas actuales, como en este caso. Es un acierto a la hora de
mantener al lector pegado al libro, ya que corta en el momento preciso y es
inevitable querer avanzar.
La tensión está muy bien llevada, al igual que la forma en que actúan cada uno de los personajes, empatices más o menos, cada uno está donde toca según se le ha descrito anteriormente.
Me ha encajado
fenomenal, pero (sí, hay un pero) en cierto momento se torna inverosímil y
demasiado peliculero para mi gusto; ojo, me gusta, me parece bien y como digo,
me funciona, pero acaba siendo una historia de las que sale directamente en videoclub
en lugar de pasar por pantalla grande antes. Con esto me delato, pero espero
que se entienda el símil.
Eso sí, el final, qué buen cierre, no me lo esperaba para nada.
Con muchas
ganas de volver al autor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario