Autor: Ignacio
del Valle
Editorial:
Pez de Plata, 2017
Encuadernación:
Rústica
ISBN: 9788494307089
Páginas: 216
Hoy, un
libro que no habría conocido si no hubiera sido por la plataforma Babelio; no
así la editorial, que sí tenía fichado otro título y lo que he estado bicheando
después me ha llamado la atención, ya que en general son cositas bastante
diferentes. Como este libro.
Bien, para
empezar, decir que no sabría en qué genero englobarlo exactamente, pues tiene
puntos de suspense, policíaco, incluso thriller… pero quizás no tan potentes
como para catalogarla en ninguno de ellos (opinión personal, obviamente).
Lo que sí
es claro es que tenemos una obra metaliteraria, y es por esto que me ha gustado
mucho.
El autor
nos habla del oficio de escritor a través de la historia que narra, del bloqueo
y la ausencia de la musa, dándonos así una novela realmente personal que a la
vez es una muy buena opción si os apetece algo de tintes de misterio.
Comenzamos
en una isla, con Pablo –el escritor protagonista- que ha decidido irse allí,
mientras su “esposa” se queda trabajando en Madrid, con la intención de dar a
luz una novela. Vivimos con él su día a día, en una urbanización en la que sólo
vive él… al menos en esa época del año, pues por las pulcras descripciones que
nos van dejando, entendemos que se encuentra en temporada baja e incluso hace
fresquete. Pues si algo nos queda claro, es que la isla es gris y fría, onírica,
aunque no carece de belleza.
Tras unas
semanas allí sin hablar con nadie más que con su pareja por teléfono, descubre
que tiene un peculiar vecino al que hace por conocer… y que además alguien o
algo ha entrado en su casa.
Si bien
tenemos una novela de genial ambientación, de lectura entretenida, plagada de
detalles y descripciones, incluso de escenas perversas que no me esperaba para
nada pero me han gustado mucho (además de no ser para todo tipo de públicos), también
podemos catalogarla como una obra literaria extraña, ambigua, diferente, además
de estar repleta de sensaciones de todo tipo, alguna de ellas realmente
palpable.
Como decía
al inicio, no puedo catalogarla en un género concreto, tampoco en narrativa,
pero quizá la dejara en misterio por todos los personajes que van apareciendo –todos
ellos con algo que esconder-, por la irrealidad que baña cada página y la
inquietud que genera su lectura.
La verdad
es que no conocía al autor, pero me ha gustado mucho adentrarme en su obra con el
título que traigo hoy; buscaré algo más suyo.
Un puntazo
que me ha encantado son las ilustraciones que la acompañan, de mano de Miguel
Navia, me encanta el estilo que utiliza, de hecho la portada me flipó, muy
acorde con la novela.
*Gracias a
Babelio y a la editorial por el ejemplar