Autor:
Martin Auer
Título original: Lieschen Radieschen und der Lämmergier
Editorial:
SM, 1996
Encuadernación:
Rústica
ISBN: 9788434895609
Páginas:
55
Vuelvo
con Barco de Vapor.
Esta
vez, con un libro cuyo autor tiene un oficio peculiar cuanto menos, es mago.
A este
actor y músico de teatro se le ocurre crear un personaje de carácter intenso…
abofeteable en mi opinión, pero que no deja de ser graciosa en ciertos momentos
del libro, la verdad, si no lo dijera mentiría.
Tenemos
a Lisa Muchaprisa, una niña, como digo, con un carácter que no aplacaría ni
Super Nanny; y es que cuando a Lisa le llevan la contraria, se enfada tanto que
se le pone la cara roja cual pimiento morrón y la rabia hace ebullición, así
que grita cuanto puede. Maravilloso. Mi reloj biológico está muerto, para quien
se lo pregunte.
El
caso es que tenemos a la típica niña caprichosa insoportable, cuando el libro
comienza, se encuentra en el parque con su tía. Quiere ponerle la chaqueta
porque hace frío, pero como la chaqueta pica, Lisa monta en cólera y la tía se
mosquea y decide irse sola a casa, soltándole la frase-sentencia:
“A los
niños que se enfadan por todo, como tú, viene un pajarraco y se los lleva”.
La
niña, que derrocha amabilidad por cada poro, contesta:
“¡Yo
me lo voy a llevar a él!”
De
verdad, pobre bicho.
Porque
obviamente el pajarraco aparece y Lisa se abalanza sobre él cuando el animal le
dice por qué ha aparecido.
Así, a
lomos del mismo, acaba llegando a un reino donde se plantea un inquietante
problema, que, cómo no, hace que aflore el carácter de Lisa.
Como
digo, niña insoportable donde las haya, pero que nos deja alguna estampa
graciosa de vez en cuando.
Sin
tomarme la lectura “en serio”, sí diría que el libro o inculca especialmente
valores como otras lecturas nos dejan, o al menos no los inculca como tal… pues
tenemos una niña que a base de cabezonería y seguridad en sí misma, consigue
determinadas cosas (hay que avanzar en la historia para verlo). Pero no sé si
es el modo adecuado de mostrárselo a los chavales.