Título:
Harry Potter y la cámara secreta
Autor:
J. K. Rowling
Título original: Harry Potter and the Chamber of
Secrets
Editorial:
Salamandra, 1999
Encuadernación:
Tapa dura
ISBN: 8478884955
Páginas:
287
¡Segundo
año en Hogwarts!
Hay
que ver, con lo que me han recomendado estos libros (hasta aburrirse, doy fe) y
que me hay enganchado ahora como una loca, pasándomelo cual enana leyéndomelos.
En
fin, allá vamos.
De
nuevo, la historia comienza en casa de los Dursley, los impresentables tíos de
Harry, pero esta vez atrae los problemas ya antes de llegar al mundo mágico.
Recibe
la visita de Dobby, un elfo doméstico que trata por todos los medios de que no
regrese al colegio, a pesar de que le asegura una y mil veces de que le aprecia
y no hace más que repetir que un gran peligro acecha al colegio, van a pasar
grandes desgracias... Pues vale. No soporto a este personaje, lo digo desde ya.
El
caso es que Harry se ha pasado todas las vacaciones sin tener noticia alguna de
sus amigos y, la verdad, está preocupado. ¿Y si sus tíos tienen razón y no
tiene amigos? Resulta que el elfo mendrugo le ha confiscado las cartas para
que, precisamente por eso, no quiera ir al Colegio (como si fuera bastante).
Tras
esto, Ron y sus hermanos aparecen e plena noche e un coche muggle volador (tal
cual), pues estaban preocupados por no saber nada de él. Y se lo llevan a su
casa.
Y aquí
empieza todo.
Volvemos ir de compras al Callejón Diagon, pero esta
vez por otros medios: ¡polvos flu! Toda una experiencia, desde luego.
Es en
este peculiar lugar donde conocemos al nuevo profesor de Defensa contra las
Artes Oscuras: Gilderoy Lockhart. Todo un vanidoso, adorado por todas las
féminas del mundo mágico y famoso por haber realizado mil y un hazañas, que
relata en todos sus libros –que casualmente, deben comprar para sus clases-.
El
caso es que, como no podía ser de otra forma, Dobby tenía razón.
Y,
ahora sí, comienza el lío.
Y
comienza de lo más variadito: aparte de las diferentes clases a las que deberán
asistir (Pociones, Defensa contra las Artes Oscuras, Herbología,
Transformaciones, Historia de la Magia, Astronomía…), tendremos susurros
amenazadores de muerte, que sólo Harry oye y vienen a través de las paredes;
mensajes (contra los sangre-sucia) escritos con sangre en las paredes; un extraño
diario en blanco; y lo peor: alumnos petrificados.
Como
anotación, decir que los mensajes de las paredes hacen referencia al heredero
de Slytherin, y que gracias a esto nos explicarán cómo se fundó el colegio por
cuatro magos (que dan nombre a las diferentes casas) y cómo uno de ellos
decidió ir por libre, pues estaba en contra de que magos con sangre muggle
estudiaran ahí.
Esto
explica muchas cosas sobre lo majos que son los de la casa Slytherin… pero debo
decir que me encantan.
Por si
fuera poco, Potter, que ya de por sí atrae los problemas con una facilidad
pasmosa, descubre (delante de todo el colegio) que habla pársel, la lengua de
las serpientes.
Casualmente,
lengua que hablaba Voldemort… ejem… perdón, el que no se puede nombrar.
De
nuevo, me ha enganchado un montón, desde la primera página, es increíble la
facilidad con la que te metes en la historia y cómo está tratado cada detalle
al dedillo, una maravilla. Sobretodo los personajes, siento especial
predilección por Dumbledore, Snape y McGonagall, geniales, cada uno a su modo.
Estoy
deseando leer la continuación.