Título
original: Schriftenerihe der Stiftung Brandenburgische Gedenkstätten Band 27
Editorial:
Metropol, 2010
Encuadernación:
Tapa blanda
ISBN:
9783940938282
Páginas:
193
Bueno, de entrada
diré que esta no es una lectura muy típica… ni quiera una novela como tal.
Siempre me
ha gustado el tema de las guerras mundiales y la civil española, lo paso
bastante mal leyendo sobre ello pero es una ambientación que me tiene en el
bolsillo sin pensar.
En esta
ocasión es un libro sobre el campo de concentración de Sachenhausen, que hasta
ahora desconocía. La verdad es que cuando lo vi entre las últimas donaciones,
no me lo pensé dos veces.
La edición
es de formato grande y está plagado de fotos y muchísima, pero muchísima,
información.
El campo
de concentración de Sachenhausen fue uno de los más importantes de la Alemania
nazi, construido en 1936 por prisioneros de otros campos y desde entonces hasta
1945 albergó más de 200000 presos.
En su día estaba
ideado como el campo de concentración “ideal”, de hecho inicialmente tenía
forma de triángulo equilátero perfecto (reflejando la pretensión de las SS de
tener el control total de absolutamente todo)… aunque fue aumentando con el
tiempo. Al principio sólo recogían presos políticos, que eran amenaza para el
régimen nazi; sin embargo también acabaron allí otros grupos considerados
inferiores, estando “ordenados” dependiendo de raza, ocupación, ideología,
sexo, etc.
Ya sabemos
lo que ocurría en estos sitios donde miles y miles de personas perecieron,
víctimas de diferentes causas… que por desgracia también conocemos.
Cuando el
horror hubo terminado y se ordenó liberar a los presos de los campos de
concentración, de este salieron algo más de 3000.
En agosto
de 1945 se convirtió en un campo especial soviético, donde se trasladó el
servicio secreto. Mantenían presos a funcionarios nazis de bajo rango y
políticos, sobretodo, siendo hasta 1950 el más grande de la zona de ocupación
soviética y por donde pasaron aproximadamente 60000 prisioneros... saliendo con
vida unos 12000.
Fue en
1961 cuando pasó a ser lugar conmemorativo.
En este
libro, como digo, plagado de información, fotografías, planos y propaganda de
la época, se nos muestra cómo era la “vida” (curioso término en este caso) que llevaban
los presos; tenemos cartas, declaraciones de ambos bandos, objetos personales,
además de una cronología de la evolución del lugar, de lo que se iba haciendo y
demás.
Es una
pasada. Y a la vez pone los pelos como escarpias.
Si bien no
es un libro para echarse un rato tranquilo, incluso ni para leerse del tirón,
sí lo recomiendo, me ha resultado muy interesante y no había oído hablar nunca
de esta zona que puede visitarse fácilmente desde Berlín.