Autor:
Oh Jung-Hi
Título
original: Sae
Editorial:
Alberdania, 2009
Encuadernación:
Rústica
ISBN: 9788498680041
Páginas:
112
Hay
libros que descubro de chiripa y no me suenan de nada, ni siquiera el autor. En
este caso no me sonaba ni la editorial.
Y
tengo que decir que ha sido todo un descubrimiento.
Toca
literatura coreana, con una historia ambientada en una sociedad coreana con
adelantos modernos y sin embargo enfrascada en un marco más tradicional.
Nuestros
protagonistas son dos hermanos, un niño y una niña –que es la que narra la
historia-, cuya madre fallece. Como su padre es un huevón, se los encasqueta a
diferentes familiares, lo que desencadena en una situación nefasta para los
críos, que al final van dando tumbos de casa en casa sin saber qué pensar ni
qué sentir ni nada de nada.
El
caso es que un buen día, aparece el padre con una señorita de dudosa
procedencia y les dice que se los lleva a una casa que ha comprado para ellos.
Y que se dirijan a ella como “mamá”.
Total,
que acaban en una especie de patio de vecinos con una chavala a la que no les
sale llamarle “mamá” y con su padre yendo a casa únicamente los sábados… y
mejor, porque cuando llega básicamente viven episodios de lo más variopinto
coronados con violencia más psicológica que física.
Hasta
que la chica que huele a potingues de belleza y se maquilla hasta el dedo gordo
del pie sin tener puñetera idea de limpiar el polvo, se va.
Y se
quedan solos.
Así,
compartimos el día a día de estos niños, ayudados por los diferentes vecinos,
cada uno a su manera y como pueden, y somos partícipes de cómo la convivencia
con su padre, su pseudo-madre y anteriores familiares han hecho mella en ellos.
Y es algo que realmente me puso los pelos de punta.
¿Sabéis
aquello de “donde fueres, haz lo que vieres”? Pues eso.
Lo que
empieza con total serenidad, va avanzando poco a poco, convirtiéndose en dureza
y desesperanza; un dramón contado con un estilo sencillo, a base de frases
cortas y directas, con algo de diálogo y las descripciones justas pero con la
precisión ideal para imaginarse todo tal cual, donde el autor nos deja pequeños
detalles que nos ponen la piel de gallina.
Es una
historia diferente, tan corta como intensa, que avanza despacio pero a la vez
pisa realmente fuerte, dejándonos un relato realmente crudo, que no parece tal
en un inicio.
Lo
dicho, todo un hallazgo.
19 comentarios:
Me alegro de ese descubrimiento y de que te haya gustado tanto.
Besos
Las buenas historias están a la vuelta de la esquina esperando que las descubramos. Besos
que emoción cuando descubres una joyita nada más por animarte a leer algo que ha llamado tu atención y sin ninguna referencia. Me lo llevo anotado a ver si lo encuentro por acá.
Un beso,
Ale.
Me ha parecido una historia muy bonita.
Y me ha hecho mucha gracia lo del padre "huevón"...¿cómo se dirá eso en coreano? Jajaja
BESOS!
No me llama nada de nada pero me alegro de que te haya gustado.
Un beso y gracias por la reseña.
No debería reírme pero no he podido evitarlo con tu forma de contar la historia. Si me pongo seria no lo apunto que ya tengo lectura amarga entre manos.
Besos
Jajajaj es gracioso como lo has contado pero sin duda una historia que merece la pena leer!
Besos
Parece un buen título aunque no sea exactamente lo que suelo leer
puede que me anime
un beesito
Tampoco me suena la editorial. Me alegro de que te haya gustado tanto.
Besos!
Qué bien pinta! Éste me lo llevo.
Besotes!!!
No sabia de el, pero si que tiene un algo para darle su oportunidad n.n
Besos!
No lo conocía y no me importaría leerlo.
Uy me encanta lo que has coemntado, y no lo conocía. Echaré un ojo, gracias por el descubrimiento
Besos
No lo conocía pero parece una lectura interesante
Besos
Este si me lo anoto, no lo conocía de nada y podría gustarme.
Un beso!
No lo conocía, y me alegro de que lo hayas disfrutado, aunque no sé si a me gustaría tanto :)
Besos!
No lo conocía, pero tiene muy buena pinta. Tomo nota.
Besos :)
Gracias por la reseña.
¡Un besote, guapa!
A veces esos que a simple vista pasan desapercibidos esconden una gran historia. Este pinta bien, la situación de los niños me recordó un poco (muy de lejos) a la peli "La tumba de las luciérnagas", cuando al principio ambos hermanos pasan por diversas casas de familiares, a cual más nefasto.
Un beso ;)
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