viernes, 11 de agosto de 2017

Food Wars 1, 2, 3


Título: Food Wars 1, 2, 3
Autor: Yuto Tsukuda
Título original: Shokugeki no Soma
Editorial: Panini, 2016-17
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN 1: 9788490947432
ISBN 2: 9788490947944
ISBN 3: 9788490948071
Páginas: 192



Este manga me lo descubrieron porque me lo regalaron de sorpresa. La verdad es que no tenía ni puñetera idea de qué iba, además me lo describieron como “una especie de Master Chef con humor”.
Mi hermano lo conocía por el anime, que por lo que tengo entendido es un puntazo, así que quizá le eche un ojo más adelante.


Nuestro protagonista es Soma Yukihira, un estudiante de secundaria cuya familia posee un restaurante de barrio, sencillo y pequeñito. El chico sueña con ser un gran cocinero, a ser posible mejor que su padre -que es un crack-… el caso es que de la noche a la mañana, el susodicho decide cerrar el restaurante por una oferta buenísima en otro país, dejando a Soma con un palmo de narices.
Así, mientras su padre mejora más si cabe, tanto en trabajo como en cuanto a reconocimiento, Soma entra en la escuela de cocina más prestigiosa.
Pero no todo es tan fácil como pinta.


El primer tomo es una presentación estupenda y nos deja ver claramente la tónica que va a llevar el manga, en cuanto a trama y personajes, que son de lo más variado.
El dibujo mola mucho, es muy detallado, sobretodo en cuanto a comida se refiere y en general bastante estético.
El segundo tomo ya entra algo más en materia, Soma va a vivir en la residencia de estudiantes, que está al otro lado del campus (que es gigantesco) y conocemos más compañeros de diferentes cursos, aparte de la mujer que está a cargo del edificio: una señora de lo más peculiar que le pone como prueba de admisión realizar un plato… que debe ser de sobras, ya que Soma no tenía ni idea y no ha llevado ningún tipo de alimento (salvo calamar seco, que siempre lo acompaña). Evidentemente, es prueba superada, lo que hace que consiga una habitación y nuevas vivencias con gente de lo más variopinto.
El tercero, con el momento campamento en el hotel de lujo y demás, un puntazo. Realmente es muy Master Chef todo, pero a lo bestia. Además incluye una historia original, publicada en su día en la revista Jump NEXT!


Un punto que me ha encantado y me ha hecho reír un montón, ha sido cada vez que prueban la comida: si está mala, aparece una escena -véase una ducha calentita y relajante- que se rompe abruptamente -véase un puñetazo saliendo del chorro del agua-; por el contrario si está rica, el autor lo representa, literalmente, como un orgasmo culinario, sin llegar a ser nada pornográfico, pero sí con su rollo picantón. Una genialidad.


Es un manga realmente divertido, de una temática nada habitual, lo que le da muchos puntos a favor, ya que sigue resultando super interesante aún tratando de cocina. Y es que, evidentemente, hay sitio para amoríos (aunque de momento en estos dos primeros tomos no están nada claros ni se les da apenas importancia), amiguismos y, por supuesto, batallas culinarias.
Porque en la macro escuela de cocina hay un espacio específico para dichas batallas, que nos dejan momentos super graciosos.


Me ha sorprendido un montón, no pensaba que me fuera a gustar tanto, es un puntazo por la temática… y no es una serie especialmente corta.
Veremos cómo sigue.


2 comentarios:

Violeta J. dijo...

Anda! Qué original! Me encanta la idea. Mira que hace años que no leo manga, pero este me llama por ese puntito de originalidad y por supuesto por lo eso de Master Cheff... suena de escándalo, jajajaja
Un beso

Neftis dijo...

Me alegro que te haya gustado pero lo dejo pasar.

Saludos