Autor:
Aldous Huxley
Título
original: Brave New World
Editorial:
Publimexi, 2004
Encuadernación:
Tapa blanda
ISBN: 9681500563
Páginas:
253
¡Hoy
toca clásico!
Y
no un clásico cualquiera, este es uno de los que todo el mundo debe leer,
independientemente del género que suela catar de normal.
Además,
es de los que tiene algo que me encanta, y es que hace pensar al lector. Mucho.
Estamos,
como reza el título, en Londres, en un futuro donde la Tierra ha sido destruida
y los líderes que han quedado han decidido crear un mundo sin los defectos del
anterior, un mundo feliz de la muerte, donde todo está estipulado de
determinada forma, según clase social, edad, sexo y ocupación; dándonos
diversos tabúes que escandalizan a más de uno en esta sociedad tan happyflower,
pues términos o conceptos como el amor o la fidelidad no son más que una
barbaridad, e incluso el embarazo una soberana estupidez y vejación. ¿Quién
quiere gestar un crío cuando puedes esperar a que crezcan por sí solos en su departamento
correspondiente? Y mejor: ya con una clase social designada.
En
medio de mil y una referencias a la obra de Shakespeare (tan antiquísimo en
todo que hasta los más ancianos se llevan las manos a la cabeza son solo
mencionarlo), tenemos una obra ejemplar que habla de valores, de cómo se
inculcan -o no- los mismos en esta sociedad ejemplar donde puedes tomar una
pastillita de “sorna” para relajarte y no comerte la cabeza. Sin embargo, la
cabra siempre acaba tirando al monte, pues la conducta humana es tan predecible
como que por la mañana amanece y por la tarde se va el sol.
Me
ha gustado mucho, tiene escenas impactantes, de las que no se van de la cabeza
y dan para debatir largo y tendido, una apuesta que en su tiempo resultó muy
arriesgada, pues fue publicada a principios de los años 30.
Se
habla de un mundo feliz, hecho literalmente a medida, donde no existe el amor,
lo dioses, la familia… y sin embargo hay alguien que tiene la desfachatez de no
sentirse pleno: Bernard Marx, un Alfa que ni tomando “soma” alcanza la
felicidad. Cosa rara, pues la droga nombrada es infalible.
Una
crítica a la sociedad y los valores que, como decía, da mucho que pensar,
partiendo de la base de lo increíblemente actual que resulta, aún habiéndose
escrito hace tantos años. En este sentido, muy de la línea del 1984 de Orwell.
Imprescindible
lectura.
2 comentarios:
Es el típico libro que uno piensa "lo debería leer" pero que luego se acaba quedando abandonado en la lista.
Ahora mismo no me apetece algo de tanto calado. Ni que me haga pensar mucho. Se me han derretido las neuronas.
Besotes
Tengo la impresion de que si a estas alturas no he leido este libro no creo que lo haga pero como no se puede decir de este agua no bebere...
Saludos
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