Título: Fahrenheit
451
Autor: Ray
Bradbury
Título
original: Fahrenheit 451
Editorial:
Debolsillo, 2009
Encuadernación:
Tapa blanda
ISBN:
9788497930055
Páginas: 176
Toca un clásico… y no uno cualquiera.
Con las distopías me pasa como con las novelas epistolares, traten de lo que traten siempre me llaman la atención y absolutamente siempre las disfruto.
En esta en
concreto, nos adentramos en un mundo en el que los libros están prohibidos,
pues hacen pensar y claro, eso es mal, así que tenemos a los bomberos, que se
encargan de hacer que todo lo que tenga páginas y cubiertas, arda sin piedad.
Aunque estén en una casa con personas. Que arda todo.
Entre
ellos, tenemos a nuestro protagonista Montag, que lleva tiempo con sentimientos
y sensaciones encontrados en lo referente a quemar los libros… y por supuesto a
las personas, si estas se resisten a dejar su casa antes de la quema. Pues si
“las fuerzas del orden” detectan un libro en tu casa o simplemente alguien te
denuncia, suerte, la vas a necesitar.
Y es que… ¿de verdad los libros son tan malos y hacen tanto mal a la sociedad?
Tenemos
una historia absolutamente brutal, de principio a fin, plagada de tensión y
momentazos buenísimos, que indiscutiblemente va de menos a más… y eso que ya
empieza potente, pues aquí se trata la censura del conocimiento, como ya
sucediera en otras distopías, como la también súper recomendable 1984.
En todo momento queremos avanzar, a medida que nuestra angustia aumenta junto con la de Montag, que se debate entre su deber y lo que cree es más coherente, más sensato. Más humano.
Es uno de esos librazos imprescindibles que nos hace pensar, que devoras sin darte cuenta y que acaba dejándote un nudo en la garganta. Ese último tercio de la historia y su final me encantan, aún con relectura me sigue emocionando.
La verdad
es que es un libro que no es largo, se lee en dos o tres sentadas, incluso
menos si cuentas con algo de tiempo… pero es de esos que tiene tantísimo
contenido, que además rezuma amor por la literatura entre toda esa vorágine de
desaprobación por la cultura. Y que, desde luego, es atemporal e
imprescindible.
Uno de mis
libros favoritos.
Para
terminar, como siempre, dejo sus adaptaciones:
-1966, la
de Truffaut. Me encanta.
-2018, de
Ramin Bahrani. Entretenida aunque mediocre, a mi gusto, lo siento.
3 comentarios:
Ay, la de Trauffaut la tengo en casa de una colección de esas del periódico. No la había visto por miedo a que me estropeara la gran historia que es. Coincido contigo en todo, es un auténtico librazo. Una maravilla que descubrí este año. Y las relecturas que le quedan, por supuesto.
Besos
Pues tomo nota. La verdad es que sabía de este libro, pero no sabía (o no recordaba) de qué iba y me ha encantado lo que has contado.
¡Besos!
¡Hola!
al autor no lo he leído, pero se que es de los buenos. El argumento me parece de lo más atractivo, que al final te deja el mensaje que los lo libros aportan conocimiento, cultura, una forma de pensar o de opinar sobre las cosas (por eso por ejemplo la cultura islámica niega a las mujeres que lean, mejor incultas y sin opiniones). Sin duda un libro que tarde o temprano leeré
Besos
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