lunes, 7 de marzo de 2022

Arrancad las semillas, fusilad a los niños

 

Título: Arrancad las semillas, fusilad a los niños

Autor: Kenzaburo Oe

Título original: 芽むしり仔撃

Editorial: Anagrama, 1999

Encuadernación: Tapa blanda

ISBN: 9788433908926

Páginas: 192

 


Tenía muchas ganas de leer al autor, así que cuando se me cruzó esta novela escrita a finales de los años 50 no me pude resistir.

Eso sí, para variar iba totalmente a ciegas y ostras, qué libro más duro.

Nos metemos de lleno a formar parte de un grupete de quince chavales, en un reformatorio en plena Guerra Mundial, que son llevados a un pueblo vacío, en la montaña, ya que su alcalde piensa que a los problemáticos hay que eliminarlos “desde la semilla”.

Nos cuenta todo uno de los chavales, que además nos hace saber que en el grupo de delincuentes juveniles también se encuentra su hermano pequeño, como también nos cuenta que los campesinos de la zona les temen, hasta el punto de abandonarles encerrados y dejar el pueblo desierto, pues da comienzo –aparentemente- una epidemia… cosa lógica, teniendo en cuenta el lamentable estado en que se encuentran todos.

Así, vamos viendo las penurias en las que se ven, ese “hacerse mayor de golpe” por vivir en tiempos de guerra y por vivir a su vez de esta forma tan lamentable, abandonados a su suerte, donde o pisas o te pisan. Y desde luego, procura pisar, porque si no estás jodido.

En toda la novela no hay ni un ápice de esperanza, ni un rayito de sol, solo aprendizaje que llega a base de las barbaridades que les toca vivir.

El autor nos deja momentos súper crudos mientras vemos una evolución en los personajes (o al menos en algunos), pues como no podía ser de otra forma, acaban chocando y dan paso a ese efecto líder tan temido y obvio a la vez, manteniendo al lector enganchado y con la nariz pegada al libro, que avanza sin prisa pero sin pausa, poniéndonos la piel de gallina mientras caminamos por esa atmósfera cargada y llena de tensión.

Curiosamente, mi primer libro del autor y a la vez su primera novela. Brutal y desgarradora.

Estoy deseando volver a leer algo suyo.

 

8 comentarios:

Narayani dijo...

En este caso, con la portada y el título, creo que se veía ya que iba a ser una historia dura, jeje, no creo que hiciera falta la sinopsis. :-p

Por un lado me atrae mucho por todo lo que has contado y la manera en que lo has contado, pero por otro lado... no sé si es demasiado duro para estos tiempos que corren. Tomo nota, pero no sé para cuándo.

Besos!

La Pelipequirroja del Gato Trotero dijo...

Esta novela me marcó, aún sigo marcada de hecho. Es tan brutal.
Muy buena reseña.

Besos 💋💋💋

Juan Carlos dijo...

Fue mi primer contacto con Kenzaburo Oé y como a Yolanda me marcó por lo que sigo recordándola.
Dura historia, pero gran literatura
Besos

Margari dijo...

De este autor leí hace años Una cuestión personal, que me gustó mucho, pero esta novela no la conocía. Sin duda, muy dura. Me atrae. Tomo nota de ella.
Besotes!!!

Lectora Empedernida dijo...

Uf, te he leído y me ha impresionado la temática y el cómo parece estar narrado sin esa pizca de respiro, o de esperanza como lo has dicho tú. Tiene que ser muy dura su lectura, pero qué interesante a la vez. No lo conocía...
Anotado queda.
Un abrazo.

buhoevanescente dijo...

Feliz de visitarte y encontrar algun posible material de lectura😀

Marisa G. dijo...

Ay, pues si no hay esperanza ni luz, casi que ni me acerco. Con el poco tiempo que tengo ahora para leer, prefiero historias con suspense, que me hagan reír, que me entretengan, pero no que me lastren el ánimo. En esta ocasión, no me lo llevo. Besos

Bibliobulimica dijo...

necesito descansar de estas historias tan difìciles, pero me lo llevo apuntado en mi libreta.
Un beso,
Ale.