Título: El
faro del fin del mundo
Autor:
Julio Verne
Título
original: Le phare du bout du monde
Editorial:
Eneida, 2017
Encuadernación:
Rústica
ISBN: 9788494733154
Páginas:
192
Vamos cpn
mi primer Verne. Sí, para qué empezar con los conocidos.
Obviamente
fue elegido a ciegas, para no perder costumbres, y la verdad es que me llevé
una sorpresa, pues me encontré con una historia que no me esperaba en plena
Patagonia argentina.
Cosas que
me habrían convencido para leerla del tirón: es de piratas.
Tenemos
una novela clásica de piratas, que adoro, que se encuentran en una isla y se
dedican, básicamente, a atracar a todo barco que pasa, dando muerte a
tripulantes y quedándose con sus pertenencias. Lo típico, vamos.
El chollo
se les tuerce cuando el gobierno construye un faro y envía a tres señores para
que vivan en él y lo cuiden.
Y se lía.
Es una
novela muy cortita, súper entretenida, donde Verne nos deja momentos muy
buenos, como el de la “caza del venado” y ese descubrimiento de uno de los
grupos protagonistas y de ese “no estamos solos aquí, capasao”.
Creo que
es una historia genial para iniciarse con el autor, e incluso con el género de
aventuras, pues es entretenida y breve, así que no da respiro y literalmente te
la bebes en una o dos tardes.
Muy
recomendable.
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Título:
Una hija es una hija
Autor:
Mary Westmacott (Agatha Christie)
Título
original: Daughter’s a daughter
Editorial:
Grijalbo, 1992
Encuadernación:
Tapa blanda
ISBN:
9788425325212
Páginas: 236
Tenía
muchas ganas de leer algo de Agatha Christie escrito bajo seudónimo, así que
elegí esta (súper a ciegas), publicada a principios de los 50 y que tenía por
casa.
Y que ya
está en el hilo de venta.
El
planteamiento es tal que el siguiente: una señora se casa de segundas con un
señor, la hija cero madura de la señora se opone (porque sí) y trata de
arruinar la boda con pataleta y todo, así que pillan el mosqueo de la vida, al
que acompañan resentimiento y celos a partes iguales. Y ya está.
Es una
petardada brutal y un coñazo tremendo, aparte de una historia súper absurda,
independientemente de que la veamos con los ojos de antaño; es ridícula.
Se me hizo
eterna, y eso que es súper cortita… no sé si la catalogaría como romántica, que
así la he visto en muchos sitios, pero es muy del palo de las películas de
sobremesa de Antena3.
O sea,
huid de ella si no queréis sufrir un derrame.
Por mi
parte, y salvo que me de algún venazo extraño, creo que seguiré leyendo a la
Christie en su faceta de suspense, que se me encanta.