Título:
Lolita
Autor:
Vladimir Nabokov
Título
original: Lolita
Editorial:
Anagrama, 2009
Encuadernación:
Tapa dura
ISBN:
9788447361694
Páginas:
385
“Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas.”
Me encanta este comienzo, es de esas frases que se te quedan clavadas sin razón… y que además abren la veda a este libro tan comprometido y de opiniones tan dispares.
Creo que todo el mundo sabe, más o menos, de qué va esta obra: un señor se “enamora” de su hijastra de doce años. Sí, es un planteamiento absolutamente asqueroso y que hace que uno se lleve las manos a la cabeza; pero también es una historia que merece la pena ser leída y desde luego merece el reconocimiento que se le ha dado. Tardío, pero lo dicho.
Sí tengo
que decir que la segunda parte –como el autor bien comenta en el epílogo-, se
me ha hecho aburridísima y extremadamente lenta, me ha costado bastante
avanzar. Y ojo, no por cómo está escrito, sino por el contenido en sí.
Porque la
verdad es que es una historia súper interesante, por cómo está narrada –con ese
Humbert contándole todo el contenido a un jurado, usando un tono tranquilo y
afable, sin dejar de ser trambólico-, como por el tema que trata; los dos
protagonistas con tantísimos claroscuros y tantas cosas que discutir sobre
ellos.
Hay partes incómodas de leer y que causan mogollón de rechazo (ya sólo la palabra “pederastia” pone los pelos de punta), aunque de repente nuestra Lo escala posiciones y te deja del revés sin que lo veas venir. Porque sí, es una cría y sí, él está enfermo, pero se juntan el pan con las ganas de comer.
Me da rabia que se me haya hecho tan sumamente repetitivo, de verdad se me ha hecho muy cuesta arriba, pero sí creo que es de esos libros que sí o sí hay que leer, que dan para debatir y comentar largo y tendido, pues incluso como lector da que pensar, puedes llegar a sentirte incómodo al empatizar con el narrador… brevemente, pero.
Un clásico muy merecedor de serlo, guste más o menos o nada, que en su día fue un boom, aún costándole al autor Dios y ayuda publicarlo, no olvidar que estamos a mediados de los cincuenta y, como él mismo cuenta, diferentes editores le pusieron mil trabas (por cierto, muy interesante el epílogo con esas anécdotas).
Lo que comentaba algo más arriba, una pena que no me haya llegado del todo, pero igualmente recomiendo leerlo a poder ser en compañía, por aquello de intercambiar opiniones y de escandalizarse a partes iguales.
Finalizo
como finaliza el primer capítulo:
“Contemplen
esta maraña de espinas”
2 comentarios:
Uf, este lo leí hace muuuuchos años y recuerdo también que me costó. Creo que sí, que en compañía, con gente para debatir sería una lectura más interesante.
Besotes!!!
Lo leí hace mil años y lo único que recuerdo es que el protagonista me cayó como una patada, y no por el tema de la pederastia, sino porque me pareció de lo más pedante.
Saluditos :)
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