El secreto de Ai 13, 14, 15

Título: El secreto de Ai 13, 14, 15

Autor: Kaori

Título original: Himitsu no Aichan 13, 14, 15

Editorial: Ivrea, 2016

Encuadernación: Rústica

ISBN 13: 9788416672257

ISBN 14: 9788416672837

ISBN 15: 9788416905225

Páginas: 192

¡Llegamos al final de esta serie!

De verdad, los que se quejan porque la continuación de un libro sale tres años más tarde, no leen manga. Y eso que esta ha ido saliendo rapidita, relativamente.

Si bien el tomo once fue un poco chof y el doce remontó de golpe, con el trece debo decir que ni fu ni fa, me explico: bastante entretenido y con puntos divertidos, lo leí rapidísimo, pero tras terminarlo fue como “pero si no ha contado nada”.

La solución al momento mega dramático del anterior tomo, se la ventila en tres viñetas.

El tomo catorce POR FIN nos deja algo de carnaza realmente interesante, no como lo que nos ha venido soltando en pildoritas en los últimos tomos (que al final recapitulabas y te daba para uno o dos perfectamente). Se plantea un conflicto de otra manera, que por un lado se veía venir, pero igualmente por otro nos deja en ascuas con esa sensación agridulce de “a ver qué pasa ahora”.

Sin embargo el quince, como cierre, más pasteloso imposible. Qué penica.

Bueno, así a nivel global, me ha gustado, aparte del dibujo super bonito que ya he comentado en otras reseñas y que me tiene enamorada, el tono es diferente y el planteamiento también… teniendo en cuenta que es un shojo y eso suele significar “pastel” en el 95% de los casos.

Personalmente, creo que se ha alargado más de lo necesario, con diez tomos lo habría resuelto requetebién sin necesidad de hacerlo tan pesadete, porque hay tomos que realmente no cuentan absolutamente nada y te quedas como empezaste.

Me ha ganado el hecho de que es un shojo más bien atípico, la chica no es la típica super pava que suele salir en este género, aunque de vez en cuando tiene ramalazos que ojito… El chico, por otro lado, tiene su punto chuleta y cabroncete, pero no resulta ser más que fachada y no al 100%.

No ocurre lo típico de que te tiras esperando ocho tomos a que se den la mano y un triste beso, que acaba siendo el acontecimiento del mes, al contrario, aquí mantienen relaciones casi al principio… si bien es algo que me ha gustado porque no es lo normal en el género, también te quitan ese punto de “intriga” recién empezado el mogollón (que, básicamente, es uno de los puntos fuertes del shojo en general).

Así que a modo global me ha gustado, pero debería haber esperado un poquito más (no sé, un par de tomos) a que ocurrieran determinadas cosas y por mi parte, sigo diciendo que me sobran tomos, al menos cinco.

Igualmente lo recomiendo, me ha parecido una historia divertida, tierna y con un puntito picantón que de vez en cuando se agradece.

Espero leer más de esta autora.