Autor:
David Gilmour
Título
original: The Film Club
Editorial:
Reservoir Books, 2009
Encuadernación:
Rústica
ISBN:
9788439721666
Páginas:
250
Otra de
mis grandes aficiones es el cine, me encanta, prácticamente de todo tipo, así
que era muy evidente que cuando este libro iba a caer sí o sí en cuanto pasó
por mis manos.
Tenemos a
David, ex-crítico de cine, con Jesse, su hijo adolescente al que cada vez le
van peor los estudios, es un chico sano, educado, majo, pero no le gusta
estudiar. David decide entonces proponerle un trato: nada de drogas, que no
trabaje si no quiere hasta que no se vea preparado, que no estudie si no
quiere, pero su educación de momento dependerá de tres películas a la semana
que verán y analizarán juntos. Personalmente creo que no es mal plan.
Temas
morales de cada uno aparte, el libro resulta súper entretenido, además de
hablar de peliculones, que por cierto nos darán al final del todo en un
listado.
David nos
hace una breve presentación de cada una -junto con alguna curiosidad a veces-,
la misma que le hace a su hijo: breve, clara y concisa, lo justo para picarle
la curiosidad.
La verdad
es que me esperaba algo del rollo maestro total, más gafapasta, sinceramente, y
no tiene nada de eso; son análisis de lo más simbólico, a veces tratando sólo
escenas concretas, por lo que no resulta nada pedante y sin embargo sí te deja
la sensación de querer verlas para buscar esos matices de los que habla, aún
sabiéndotelos al dedillo.
Ojo que
tampoco necesitas entender de cine ni haber visto ninguna de las pelis que
salen nombradas aquí para poder disfrutarlo.
Mientras
tanto, nos entrelaza con episodios de su vida, contándonos que está buscando
trabajo, nos habla sobre su buena relación con su ex-mujer, de cosas que le van
pasando a Jesse con chicas o en su día a día, algún flashback… en realidad toda
la novela es súper cotidiana, no trata temas tabú o sobre los que debatir largo
y tendido (aparte de lo de dejar los estudios, pero es algo en lo que no se
centra como tal), tampoco tenemos un libro sobre cine; y sin embargo no deja de
resultar interesante y leerse de manera muy fluida y agradable.
Un buen
libro, una curiosidad sin pretensiones ni –como decía antes- giros en la trama
o subidones de tensión (en absoluto), pero no puedo evitar recomendarlo. Creo
que muy pocas veces he dicho algo como que “el libro es realmente agradable de
leer”, pero en este caso es la expresión que más me pega para él. No dejéis
pasarlo de largo si tenéis ocasión de echarle un ojo.
7 comentarios:
Según he visto el título del libro y la portada he pensado que no te podía pegar más. :-p
No lo conocía y parece interesante. Tomo nota por si me cruzo con él.
Besos!
En este caso lo voy a dejar pasar que no me termina de convencer.
Saludos
A mí si tiene cine ya me ha medio ganado y despertado mi interés. El método del padre daría para debatir pero creo que la intención no es esa sino hablar de cine y me encanta que me cuenten peculiaridades.
Besotes
Pues has conseguido que me apetezca un montón leer esta novela. Me gusta el argumento y eso de que no tiene grandes pretensiones porque, a veces, ahí está muchas veces el gusto que encontramos en algunas lecturas.
Un beso.
A mí no me llama, pero me lo llevo apuntado para regalárselo a una amiga, que ama el cine y trabaja en el sector. Besos.
Pues entonces ha de ser mío, si soy bibliófila no soy menos cinéfila, me lo llevo ya 🎥📽️
Besitos 💋💋💋
Qué trama tan amena e interesante, y tan mía (por lo del amor al cine). Cómo se me podía haber pasado... Me lo llevo bien apuntado.
Un beso, feliz finde ;)
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