Título:
Y entonces sucedió algo maravilloso
Autor:
Sonia Laredo
Editorial:
Destino, 2013
Encuadernación:
Rústica
ISBN: 9788423346516
Páginas:
392
Hoy
traigo otra reseña de esta novedad que inunda las redes y la blogosfera en
general. De las que está hasta en la sopa.
De las
que o leo según salen, o espero al menos un par de años a que se pase el boom.
He
tenido suerte de hincarle el ojo –jeje- antes de recibir demasiada información
de ella.
Normalmente,
no soy de las que leen la sinopsis entera; e incluso si puedo evitarlo, no leo
apenas nada (hay veces que te clavan medio libro ya en la contraportada, y me
da una rabia tremenda).
Diría
que este es uno de esos de los que es mejor leer poquito y llevarse la
sorpresa.
Podemos
comentar que este es un “libro sobre libros”, me encantan, y que puede tomarse
como un cuentito. Con bruja y todo.
Brianda
es despedida de su trabajo de editora, hecho que la pilla totalmente
desprevenida; en medio de un mar de lágrimas en su casa decide animarse con su
juego favorito: cerrar los ojos y dar vueltas delante de sus estanterías,
elegir un libro al azar y ver qué pasa con su destino. Así, el elegido es una Guía
de la España Mágica… que la lleva de Madrid hacia el norte, a un pequeño
pueblecito con encanto. A Nuba.
Nuestra
protagonista huérfana deja atrás su vida para adentrarse a este paraje en medio
de preciosos bosques, cerca del Camino de Santiago y lleno de magia. Con una
librería encantadora que, casualmente, busca nuevo dueño.
Brianda
es acogida por don Lorenzo, el dueño de la misma, que decide ponerla a prueba
teniéndola como ayudante a cambio de un sitio donde comer y dormir. Es obvio
que al final se acaban cogiendo mutuo cariño y la chica es acogida en el
pueblito, siendo tratada como una más.
Este
es sólo el comienzo de, como dije antes, una historia que puede tomarse como un
cuento: con su bruja, su casa encantada, su misterio, su bosque idílico, sus
personajes de todo tipo… y su momento cabaña, que debo confesar me eeeencantó.
Entre
capítulos de extensión irregular y curiosos títulos, también hay cabida para el
amor, un amor agridulce al fin y al cabo, pero que le da un toque muy majo a la
historia –aunque en algunos momentos no me cuadre mucho-.
Eso sí
(no todo van a ser pros), tengo que decir que el comienzo se me hizo aburrido
hasta decir basta, las primeras páginas me dieron una pereza importante. La
parte positiva es que es una novela que va a más, a mucho más y llega un punto
en que no puedes soltar.
Si
bien no es un libro imprescindible, creo que merece la pena leerlo, sobretodo
si gustan los libros, pero los libros como tal, como objeto que disfrutar y
observar; tocarlos, olerlos, mimarlos…
Es una
historia para saborear con tranquilidad, que se lee casi de una sentada y está colmada
de referencias literarias de todo tipo, que en ocasiones he apuntado en mi
lista (eterna) para disfrutar más adelante.
No
puedo hacer más que recomendarla.
Frase:
Siempre he querido hacer de mi vida una obra de arte.
*Gracias
a la Editorial por facilitarme el ejemplar.