Autor:
Gaston Leroux
Título
original: Le fantôme de l’Opera
Editorial:
RBA, 2002
Encuadernación:
Tapa dura
ISBN: 8447323319
Páginas:
269
Toca
clásico.
Pero
adelanto que me ha dejado bastante fría…
Creo
que todo el mundo conoce “El fantasma de la Ópera” o al menos ha oído hablar de
la historia, hay mil y un adaptaciones. Personalmente recuerdo el musical de
teatro, lo vi en mi primer viaje a Londres, me flipó, de hecho se me saltaron
las lágrimas en uno de los números.
Estamos
en un famoso teatro construido sobre un lago subterráneo, Ópera Garnier, donde
todo el mundo conoce la existencia del fantasma que habita ahí. Amante y
conocedor de la Ópera, tiene su propio palco (a base de chantajes varios hacia
los gerentes) e incluso se permite opinar sobre las cantantes, de manera muy
poco considerada.
Cuando
empiezan a ocurrir accidentes encadenados, todos los que no creían en el
fantasma empiezan a mosquearse bastante e incluso se plantean cambiar de
opinión, pues lo que él ansía es acaparar la atención de la vocalista de la que
está enamorado.
Tenemos
una novela gótica, de la que tengo que decir que es la primera lectura de este
corte que me deja que “ni fu ni fa”. No he empatizado para nada con los
personajes e incluso el fantasma me cae bastante mal, a veces me daba la
sensación de ser rematadamente infantil y absurdo, quitando algo de seriedad a
la historia.
Aquí
me permito un inciso. Me acordé vagamente de “El fantasma de Canterville”, que
sí tiene un humor que hila fino (vale que Wilde son palabras mayores), sin
embargo el fantasma que nos muestra Leroux no tiene ni por asomo la gracia del
de Wilde; no sé si era intención del autor francés darle un toque cómico o solo
me lo ha parecido, pero desde luego no le encontré gracia de ningún tipo.
Vale
que la novela de este tipo se caracteriza, entre otras cosas, por sus
descripciones, por esas ambientaciones brutales tan bien creadas, ese terror
tan peculiar que nos muetran siempre sus páginas… aquí me daba la sensación de
que no me contaban nada en muchas, muchas páginas. Es más, en alguno de los capítulos me daba la sensación
de que con la frase con la que comenzaba cada uno de ellos, me valía para saber
qué pasaba en las páginas que lo conformaban.
Si
bien en la historia el autor nos ofrece prácticamente de todo, desde el terror
del propio fantasma con sus escenas catastróficas, con víctimas varias, hasta
incluso un triángulo amoroso, drama y tragedia a partes iguales, incluso está
basada en hechos reales; no sé qué me ha faltado exactamente, pero no me ha
llegado todo lo que me llegó la obra de teatro en su día, por ejemplo, o lo que
me ha llegado alguna de sus adaptaciones al cine… ni lo que suelen llegarme las
góticas generalmente.
Sí
creo que es un clásico que merece la pena leer y conocer, como Frankenstein,
Drácula o Dr. Jeckyl y Mr. Hyde, pero desde luego no encabeza mi lista.
En
cuanto a adaptaciones… tiene una barbaridad llevadas a teatros de todo el
mundo, incluso una secuela del musical original de 1986 que transcurre diez
años después.
Además,
siguiendo con un pequeño paréntesis con la novela, hay desde libros sobre las
versiones varias, hasta biografías del fantasma, secuelas, cómics y novela
gráfica; algunos bastante interesantes.
Vamos
ahora con las de cine:
-1916,
la alemana, dirigida por Ernst Matray.
-1925,
la genial adaptación con Lon Chaney Sr.
-1943,
con Claude Rains.
-1960,
cortometraje de Chicho Ibáñez Serrador que, evidentemente, no tiene
desperdicio.
-1961,
versión de animación.
-1962,
la mítica versión de la Hammer.
-1974,
el musical rock de Brian de Palma, bastante interesante.
-1983,
adaptación venezolana para la pequeña pantalla.
-1987,
otra de animación.
-1989,
esta merece la pena solo por ver a Robert Englund en el papel.
-1990,
miniserie de la NBC.
-1998,
la adaptación de mi querido Argento… que no me gustó especialmente.