martes, 21 de diciembre de 2010

Isla de sirenas

Título: Isla de sirenas
Autor: Norberto Luis Romero
Editorial: Valdemar, 2002
Encuadernación: Rústica
ISBN: 8477024103
Páginas: 304


Grandísimo escritor de culto, de minorías, que narra de manera exquisita y personal las más grotescas perversiones. Y pese a eso, deja muy buen sabor de boca.

“Isla de sirenas”, de la cual casi se puede decir que pertenece a la novela gótica, nos sumerge en una historia que mezcla fantasía y thriller de forma magistral, donde dos hermanos gemelos, Carnal y Serafín, conviven con sus abuelos: Anselmo, un anciano con demencia senil, y Adelina, que asiste a sesiones de espiritismo de vez en cuando. Una isla que ha servido de prisión y patíbulo a partes iguales.

Carnal investiga en su terrario las costumbres de insectos repugnantes, que se alimentan a base de cadáveres. A su vez, mantiene correspondencia con su tío, que emigró a Australia y del que nunca más se supo, salvo en carta; de esta manera va naciendo una extraña obsesión en su interior, la cual le lleva a cometer los crímenes más miserables.

Un mórbido triángulo amoroso e inexplicables muertes ocurridas en la isla van tejiendo esta historia.
Como suele ser habitual en sus novelas, es un extraño el que irrumpe en las vidas de los personajes, trastocando así todo. En este caso es Nerea, una joven que colecciona y estudia caracolas marinas, que quiebra la armonía se la casa y la estrecha y extraña relación de los gemelos.

Aún pareciendo estar todo en una atmósfera onírica, la novela se sitúa en los días en que Rusia lanza al espacio el Sputnik II, con la perrita Laika a bordo.

Ambiente claustrofóbico presente en cada página, donde el lector no puede dejar de leer para llegar al final y descubrir los truculentos secretos de la familia protagonista o el resto de habitantes, los cuales son en su mayoría parientes de un hombre cruel, un terrible antepasado: un verdugo.

Él mismo dice que “el arte es generar tensión y mantenerla de manera creciente a lo largo de toda la narración y hacer que estallen no en los personajes, sino en el alma o la conciencia del lector. Son los lectores los que deben padecer el drama, no los personajes, éstos son meros transmisores”. De manera que estructura los acontecimientos a lo largo de la historia, impidiendo apenas que cojamos aire.

Todo un placer leer a este señor.

4 comentarios:

Hansel en Baviera dijo...

Gracias, Shorby por esta reseña que ni yo mismo podría haber hecho mejor. Como autor me resulta imposible tener una visión general tan acertada y una novela propia. Si me lo permites, me gustaría colgarla en mi blog y parte en mi web.
Un saludo afectuoso,
Norberto

Shorby dijo...

Pues claro que sí!
Me hace mucha ilusión.
Gracias a tí por el comentario, Norberto.
Un abrazo, Laura =)

Hansel en Baviera dijo...

Hecho. Y gracias una vez más, Laura.

Margari dijo...

Uys, uys, qué reseña más tentadora! Y aunque la primera lectura que he hecho de este autor ha sido un poco rara, que no me he enterado bien de la historia, su modo de recrear esos ambientes oscuros, lúgubres, de producir desasosiego durante su lectura, me ha gustado. Así que este libro va bien apuntado.
Besotes!!!