Título: Historia
del ojo
Autor: Georges
Bataille
Título
original: Histoire de l’oeil
Editorial:
Tusquets, 1978
Encuadernación:
Rústico
ISBN:
9788472233102
Páginas: 152
Si bien no soy lectora asidua de novela romántica ni erótica, sí tengo predilección por las obras que sacó en su día la conocida Sonrisa Vertical y me gusta ir haciéndome con ellas cuando las encuentro en librerías de segunda mano, con ese característico color rosita.
Publicado a finales de los años 20, en clave surrealista y acompañado por las ilustraciones de Hans Bellmer, que le vienen fenomenal, tenemos la historia de Simone, una chavala con deseo inconsciente y que pasea, pecaminosa ella, por lo prohibido como quien pasea por el campo: con total tranquilidad y pasándose todo por el arco del triunfo. Literalmente.
De moral más que dudosa, vamos acompañándola en su viaje particular a diferentes ciudades donde nos brinda escenas súper explícitas y de lo más variopinto, saltándose absolutamente todas las normas de comportamiento sexual sin plantearse sus actos ni lo que desencadenan en ningún momento.
El
movimiento surrealista no es del gusto de todos, ni en pintura ni en
literatura, es rocambolesco y súper extraño –como su propio nombre indica-, a
eso sumarle escenas de lluvia dorada, orgías, sangre, fluidos de todo tipo y
huevos. Sobre todo huevos.
Creo que no voy a olvidar nunca la escena del toro o la del armario. Brutales.
Caótico, depravado
y repugnantemente escatológico, con dos adolescentes que no hacen más que sacar
los pies del tiesto sin querer ceñirse a las normas; recordemos que la obra es
de finales de los años 20, siendo transgresora, depravada y perversa.
Tiene partes asquerosas, independientemente de lo explícitas que sean, por eso me gusta mucho leer este tipo de género cuando viene de autores franceses, son súper guarros, pero también son tan excesivos y tan cero convencionales que siempre me resultan lecturas súper divertidas.
Sí es
cierto que es un sinsentido en muchas ocasiones, aunque sigue un hilo claro de
esa pareja que va a más en pleno furor y despertar sexual y a la que se le suma
otra chica –pobrecita- en sus correrías (permitidme el chiste), pero hay que
tener en cuenta el movimiento al que pertenece y los simbolismos que nos deja
el autor; porque no solo es caca, culo (otro protagonista del libro), pedo, pis
(muchísimo pis) y huevos (también unos cuantos), aunque a veces lo parece.
En medio de todo esto, el autor nos deja una sátira de los valores sociales de la burguesía francesa de entonces, donde esa protagonista curiosa en busca de placer se mete el origen de la vida y el control religioso y vigilancia de entonces por donde la espalda pierde el nombre.
Me ha encantado
descubrirlo y volver a encontrarme con una en esta mítica colección.
2 comentarios:
A mi también me han gustado bastante ciertas lecturas de esta colección.
Besitos.
Gracias por la reseña. Tomó nota. Te mando un beso.
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