Autor:
Rébecca Dautremer
Título
original: Un sentiment
Editorial:
Edelvives, 2006
Encuadernación:
Tapa dura
ISBN: 9788426359445
Páginas:
38
Si hay
algo que me gusta regalar, son libros.
Curiosamente,
esta es la autora de la que más obras he regalado… y precisamente no a los más
peques.
Hoy,
traigo una de las menos conocidas, un cuentito la mar de emotivo que encandila
desde la primera página, no sólo por sus ilustraciones (como siempre,
preciosas).
Tenemos
al señor Stein, un fabricante de marionetas, las cuales eran creadas para hacer
realidad los sueños del hombre. De manera inexplicable, tras haber sido
terminadas cobraban vida…
Así,
un día se le ocurrió fabricar un muñeco que fuese como él, quizá su doble.
Y así
nació Sentimiento.
Sin
embargo, no todo sale como el señor Stein lo tenía pensado, y es que
Sentimiento cobra vida estando inacabado, pues quería nacer cuanto antes…
siendo rechazado por su imperfección, emprende un camino en solitario en un
mundo que no comprende y en el que nadie lo arropa.
La
verdad es que es fácil reconocer la mano de la ilustradora, con ese toque tan
tierno y personal en sus creaciones, con colores casi siempre vivos y cálidos,
que nos dan esos resultados tan especiales y peculiares que tanto gustan.
Con
ello, tenemos una especie de adaptación al clásico Frankenstein que me ha
encandilado, de principio a fin (sí, es un libro extremadamente corto y además
infantil, pero me da igual), un librito para niños y mayores que nos hace
pensar y sumergirnos en este mundo tan diferente de Dautremer, en el que en
esta ocasión vemos hasta auroras boreales.
Animaos
a echarle un ojo, que total, no se tarda nada y de verdad merece la pena.
5 comentarios:
Que bonito aunque no suelo leer demasiados libros de este tipo
Besos
Yo no conocía a La autora pero es verdad que algunas tienen un sello tan personal que no cuesta reconcerlas.
me encanta esta ilustradora, junto con Lacombe, es de mis preferidas.
Un abrazo
Sólo por la edición merece la pena
Besos
¡Qué bonitas las ilustraciones! Por lo que cuentas también la historia merece la pena...
Besos!
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